miércoles, 24 de diciembre de 2014

Beber (de nuevo) es una desgracia y no es nada masculino

Una recaída tiene diversas señales de alerta, como he publicado en este blog. Por desgracia muchas veces no somos conscientes de estas señales. Se trata principalmente, o en síntesis, de un deterioro emocional o más aún un desplome emocional, estando sin beber.
Si bien hay gente en AA que parecen estar un poco desajustados emocionalmente o locos, lo importante es que siguen practicando el primer paso y asistiendo a reuniones.
Antes de mi recaída estaba participando poco en reuniones, en cierto modo ya con algunos años las consideraba innecesarias. También conocía a dos personas que se habían alejado de AA y no habían bebido, sin embargo en la actualidad pienso que no eran alcohólicos sino bebedores fuertes. Aunque bebieron de forma problemática, no todo abuso del alcohol es alcoholismo (sobre esto debo escribir más, hay diversos manuales de tratamiento que establecen la diferencia).

Una recaída puede terminar muy mal. Primero se pone en riesgo la salud, después se pone en juego la propia vida.

El beber no es nada masculino. Si bien la bebida en exceso tradicionalmente a estado ligada al machismo latinoamericano y a una visión distorsionada de la realidad, el alcohólico puede terminar en una situación que no es de "machos":
  1. El alcohólico en actividad (o sea bebiendo) termina siendo dependiente de otras personas, sobre todo mujeres de la familia o incluso vecinas, que se apiadan de su situación y tienen que ir a rescatarlo cuando está tirado en su casa o en la calle. A mi personalmente me tuvo que llevar a internar una familiar lejana en dos ocasiones, a centros de tratamiento sin fines de lucro porque ya no tenía dinero para pagar un centro privado o una desintoxicación en un hospital privado. 
  2. El alcohólico, como parte de su fondo, puede terminar sin dinero y sin trabajo, dependiendo de la caridad pública o de la ayuda de personas conocidas. Y esto aún dejando de beber, muchas veces es difícil conseguir trabajo de nuevo, máxime si el alcohólico no ha consolidado una trayectoria laboral aceptable, ya sea un oficio o incluso una profesión. 
  3. Los alcohólicos con cirrosis y ascitis (líquido acumulado en el abdomen) llegan a situaciones como la siguiente: 
  • Un estómago terrible parecido a un embarazo, con el ombligo deformado o con una hernia. 
  • Les salen tetas o pechos agrandados que parecen de mujeres. 
Estómagos con ascitis y pechos agrandados:





















Vía Google imágenes: ascitis, ascitis breast

Sobre alcoholismo y recaídas:




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