jueves, 24 de noviembre de 2016

Origen del concepto de alcholismo como enfermedad

En el libro de Jon Elster Sobre las pasiones: Emoción, adicción y conducta humana. Barcelona, Ediciones Paidós (2001), es importante resaltar que “el concepto de adicción, con la creencia conexa de que las ansias por la droga resultan casi irresistibles, es algo relativamente moderno” (p. 127). Surge con el planteamiento del médico Benjamín Rush en el año 1800 que desarrolló un modelo explicativo del comportamiento del bebedor habitual (no utilizaba el término alcohólico), describiendo su condición como una pérdida de control sobre la conducta de beber (actividad compulsiva), la consideró como una enfermedad y prescribió la abstinencia como “la única manera de curar el alcoholismo”. Antes del siglo XIX existía lo que podría llamarse como protoalcoholismo, pero no estaba conceptualizado como tal ni por quienes lo sufrían ni por quienes estaban cerca de ellos, “el fenómeno se transformó cuando se conceptualizó (…) La creencia de que una vez que el alcohólico, posiblemente reformado, se tomaba una copa inevitablemente se producía la recaída total se convirtió en una profecía que se cumplía a sí misma” (p. 128).

Lo que el alcohol no hace

El alcohol no puede adormecer los sentimientos de forma permanente. El problema con los trastornos psíquicos y en general con los sentimientos humanos, es que cuando se aplacan con alcohol la situación no puede ser permanente. Si uno toma en exceso por temor o miedo, al otro día amanece con más temor y miedo. Esto se puede aplicar a un sinnúmero de emociones y condiciones psíquicas: ansiedad, depresión, tristeza, ideas obsesivas… El alivio siempre será momentáneo y si se repite la búsqueda de la "medicina" sobreviene un proceso de adicción.

El siguiente poema me parece que refleja mucho de esto. El alivio es sólo momentáneo y falso. Fue escrito por el poeta chino Bai Juyi (772 - 847 d.C.)
Cuatro cosas peores que el vino

No, no compres las tijeras, son caras
y no podrás cortar con ellas mi congoja.
No afiles la lezna
gastarías tus energías tontamente
sin poder desatar
el nudo de mi tristeza.
Para qué teñir la seda de carmín
si este color no me dice nada
y menos podría enhebrar
mis lágrimas siquiera.
Tampoco vale la pena
calentarse en la estufa
con ese fuego tan subordinado a ella
que jamás me borrará las canas.
Tijera, lezna, hilo, estufa,
ni cortar mi tristeza,
ni deshacer mi sofoco,
ni enhebrar mis lágrimas,
ni desaparecer mis canas
podéis.
Sólo, pues, el vino sabe hasta ahora borrar,
temporalmente al menos, mi amargura.

Bai Juyi

sábado, 11 de junio de 2016

¿Síntoma de un mal mayor o más profundo?

Con alguna frecuencia he escuchado en los grupos de AA afirmar que el alcoholismo es “síntoma” de un mal mayor o más profundo y que eso está en la literatura o más aún, en el Libro Azul.

En realidad esto no es muy exacto y es un tema polémico.

En el libro Alcohólicos Anónimos, conocido como Libro Azul o libro grande, lo que dice es sólo lo siguiente al final del capítulo 7 “Trabajando con los Demás”:
"Esperamos que algún día Alcohólicos Anónimos ayude al público a darse mejor cuenta de la gravedad del problema alcohólico; pero serviremos de poco si nuestra actitud es de amargura y hostilidad. Los bebedores nunca la tolerarán.
Después de todo, nosotros creamos nuestros problemas. Las botellas fueron solamente un símbolo. Además, hemos dejado de pelear contra todos y contra todo. ¡Tenemos que hacerlo!
Sin embargo no específica un símbolo de qué. Indagando en qué parte de la literatura está la citada afirmación, me pareció que podía estar en algún folleto y en concreto en el llamado “El punto de vista de un miembro”.  Pero debe ser ubicada dentro de su contexto (negritas nuestras):
“Si el alcohólico responde a esta invitación [asistir a los AA o a una reunión], entonces encuentra lo que creo es el segundo factor distintivo de A.A.: A.A. trata los síntomas primero. Puede que les sorprenda a algunos que, desde hace 30 años, cuando la idea era algo revolucionaria, A.A. siempre ha recalcado su convicción de que el alcoholismo es, en sus propias palabras, “el síntoma de problemas más profundos”. No obstante, A.A. cree también que el más ingenioso diagnóstico de estos problemas vale poco si el  paciente muere. Las autopsias no benefician a aquellos a quienes se les hacen. Parece que,  tarde o temprano, A.A. logra hacerles comprender a sus neófitos la importancia de la abstinencia completa. En A.A., puede decirse que se empieza la casa por el tejado. El primer paso sigue siendo el Primer Paso. Ningún principiante puede dudar de que la recuperación solamente puede empezar con la decisión de “alejarse del primer trago”. Y no tarda en darse cuenta de que nadie puede ni podrá tomar esta decisión por él. De hecho, descubre además que, si toma esta decisión, nadie le puede forzar a llevarla a cabo, ni le hará cumplirla. En A.A., la decisión se origina en el alcohólico y siempre permanece asunto suyo.
Tanto el deseo de tomar esta decisión como la capacidad para hacerlo, según lo veo, resulta a menudo de lo que parece ser la tercera cualidad distintiva de A.A.: La comprensión intuitiva que el alcohólico recibe, aunque es compasiva, no  es indulgente. Los “terapeutas” de A.A. ya tienen sus doctorados en los cuatro campos en que los alcohólicos se destacan: la pretensión, el autoengaño, la evasión y la lástima de sí mismo. No se le pregunta al alcohólico lo que está pensando. Se le dice lo que está pensando. Nadie espera a cogerle mintiendo. Sus compañeros se le anticipan, citando las mentiras que está a punto de decir” (folleto sp-41, “El punto de vista de un miembro de A.A. sobre la Comunidad”.
Es decir, el folleto especifica muy claramente que el tratamiento comienza con no beber y que no tiene sentido conocer todos los desórdenes de personalidad de un alcohólico si este antes muere.
Por otra parte el autor de dicho folleto especifica que “después de cumplir  once  años  sobrio  en  A.A. estuve  en tratamiento psicoanalítico durante varios años”.

El psiconálisis en particular es la corriente de la psicología que considera al alcoholismo como un “síntoma” de trastornos psíquicos. El problema es que no es sólo eso. En las definiciones médicas de alcoholismo se pone énfasis en su carácter primario (no es un síntoma de…). En particular ya hemos citado la definición de publicada en el Journal of the American Medical Association (JAMA) señala lo siguiente:
“El alcoholismo es una enfermedad primaria y crónica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influyen sobre su desarrollo y manifestaciones. A menudo, la enfermedad es progresiva y fatal. Se caracteriza por pérdida de control sobre la manera de beber, preocupación por la droga alcohol, uso de alcohol a pesar de consecuencias adversas y distorsiones en el pensamiento, siendo la negación la más notable de ellas. Cada uno de estos síntomas puede ser contínuo o periódico.
 “Primaria” se refiere a la naturaleza del alcoholismo como una entidad patológica, además e independientemente de otros estados patofisiológicos que puedan estar asociados a ella. Sugiere que, como adicción, el alcoholismo no es un síntoma de otro estado patológico” (Nueva definición de alcoholismo).
En cuanto a los trastornos de personalidad o del estado de ánimo que con frecuencia acompañan al alcoholismo, estos tienen a caracterizarse en la actualidad como diagnóstico dual, tal y como ya hemos señalado en este blog (ver búsqueda en Google).

Actualización:  En el Libro Azul (Alcohólicos Anónimos) si se utiliza el término "síntoma" en el contexto introductorio del cuarto paso (subrayado nuestro):
"Después nos encaminamos por un derrotero de acción vigorosa, en el que el primer paso consiste en una limpieza personal de nuestra casa, la cual muchos de nosotros nunca habíamos intentado. Aunque nuestra decisión fue un paso fundamental y decisivo, su efecto permanente no podía ser mucho a menos que fuera seguido inmediatamente por un esfuerzo enérgico para encarar las cosas que había en nosotros, que nos estaban obstaculizando, y desprendernos de ellas. El licor que bebíamos no era más que un síntoma; por lo tanto, teníamos que ir a las causas y las condiciones.
Consecuentemente, empezamos a hacer un inventario personal. Éste era el Cuarto Paso" Capítulo 5 - Cómo Funciona.
Y se refiere al alcohol como síntoma, no al alcoholismo globalmente como enfermedad integral (dependencia física, obsesión por la bebida, defectos de carácter o trastornos emocionales). 
.

viernes, 6 de mayo de 2016

Planeación de prevención de recaídas

El capítulo VIII del libro de Terence Gorski y Marlene Miller "Sobriedad, una guía para la prevensión de recaídas"*, se titula "Planeación de prevención de recaídas".

Del mismo cabe resaltar los siguientes aspectos centrales:
"La mayoría de las recaídas en la adicción son innecesarias. Muchos alcohólicos recaen porque no entienden su proceso, ni qué hacer para prevenirlo. La acción adecuada por su parte y por la de las personas que le rodean puede evitar o interrumpir el síndrome de la recaída antes de que las consecuencias sean trágicas. La planeación de la prevención de recaídas minimiza su potencial destructivo y puede ofrecerle un sentido de seguridad. Usted sabrá si está haciendo lo necesario para evitarlas. Puede identificar las primeras señales de alerta y desarrollar un plan para interrumpir el síndrome de la recaída si aparece. La planeación de la prevención de las recaídas debe ser una parte esencial de su programa de recuperación.
Los pasos para la prevención de recaídas son: 
  1. Estabilización: Tomar el control de su vida. 
  2. Auto-Evaluación: Ver qué está pasando en su mente, corazón y vida. 
  3. Educación de recaídas: Aprenda acerca de las recaídas y qué hacer para evitarlas. 
  4. Identificación de señales de alerta: Haga una lista de sus señales personales de alerta. 
  5. Manejo de las señales de alerta: Aprenda cómo interrumpir las señales de alerta antes de que pierda el control. 
  6. Entrenamiento del inventario: Aprenda cómo hacer conscientes las señales de alerta y su desarrollo. 
  7. Revise su programa de recuperación: Asegúrese que su programa de recuperación sea capaz de ayudarle a manejar sus señales de alerta. 
  8. Participación de otras personas importantes: Enséñele a otros cómo pueden ayudarle a sortear la recaída. 
  9.  Seguimiento: Actualice su plan de prevención de recaídas con regularidad" (Gorski y Miller, pp. 131-132). 
De lo anterior nos parece necesario destacar la explicación más detallada de dos puntos, pues se relacionan con el programa de recuperación y con la participación en un programa de 12 pasos.

Revisión del programa de recuperación: "La recuperación y la recaída son las caras opuestas de la misma moneda. Si usted no está en proceso de recuperación, está en peligro de recaer. Para evitar la recaída se requiere de un buen programa de recuperación. ¿Le ha funcionado su programa de recuperación previo? ¿Cómo puede ser mejorado? Debe aprender de los retos diarios de la vida. ¿Está reconociendo su adicción y manejando sus síntomas? ¿Está atendiendo todas sus necesidades de salud? ¿Está haciendo todo lo necesario para recuperarse? Desarrolle un programa de recuperación basado en lo que le ha funcionado y en lo que no le ha funcionado en el pasado. Para cada problema, síntoma o señal de alerta que identificase, necesita estar seguro de que hay algo en su programa de recuperación que le ayude a enfrentarlos". 
Participación de otras personas importantes: No puede recuperarse en aislamiento. La recuperación total incluye la ayuda y el apoyo de una variedad de personas. Necesita de otros para un plan exitoso de prevención de recaídas. El proceso de recaída es, en la mayoría de los casos, totalmente inconsciente. A pesar del inventario diario puede ser que no puda ver lo que está sucediendo. Es por eso importante involucrar a oras personas en sus planes de prevención de recaídas. Sus familiares, compañeros de trabajo y miembros de AA pueden ser de gran ayuda en reconocer las señales de alerta aún cuando sea posible hacer algo con ellas" (Gorski y Miller, pp. 137-138).
En particular, la participación regular en las reuniones de nuestro programa de AA, no sólo nos recuerda de manera constante nuestra condición y la necesidad de seguir un proceso de recuperación, luchar contra los altibajos emocionales que podamos tener y no desistir de seguir tratando nuestra enfermedad, son elementos que considero cruciales para prevenir una recaída. 


* Segunda edición, basada en el Modelo de Tratamiento CENAPS, Herald House / Independence Press, Missouri, 2005.


sábado, 12 de marzo de 2016

Sentido emocional de tocar fondo

En varias entradas anteriores nos referimos al concepto de fondo alcohólico. Un aporte del sentido emocional del mismo, aplicable no sólo para el alcoholismo y las adicciones en general, lo encontramos en el blog La Mente es Maravillosa con el título Cuando has tocado fondo solo puedes subir, del cual citaremos a continuación algunos aspectos centrales:
A veces nuestras vidas descienden a toda mecha por un precipicio que parece insalvable. Hemos tocado fondo emocional, física, social y laboralmente y nos quedamos agazapados ahí, con un miedo y tristeza que se hace resistente y se convierte en premórbido de la aparición de diferentes trastornos del estado de ánimo.
Todo el mundo tiene problemas graves, ha tenido dramas o incluso tragedias en su vida pero estos calificativos tienen más que ver en cómo la persona los digiere que por el suceso en sí. Todo el mundo es fuerte y tiene un plan hasta que experimenta el dolor. No se ha quedado sin plan, pero necesita rehacerlo. Cuando has tocado fondo puedes sentirte perdido.
Siguiendo a Beck, en su explicación de la depresión, para cuestionar algunos pensamientos irracionales se alude al concepto de Flecha Descendente y otros recursos como la Técnica de la Magnificación Paradójica. Tomando como ejemplo estas dos técnicas y tu propia experiencia te darás cuenta de que al haber tocado fondo, solo puedes subir.
Darte cuenta de que tu error es el miedo
Todo mundo tiene miedo de los eventos adversos que puede vivir pero cuando ya has experimentado un gran dolor y sientes que has tocado fondo, toca ser consciente de que existen dos opciones: seguir en ese estado casi vegetativo y doloroso o remontar. Esta sí es tu decisión (...)
El sufrimiento nos hace sabios y la resiliencia nos hace fuertes
No existe nada en la vida de una persona que pueda hundirla si ella realmente no lo permite. Nosotros establecemos los límites, los tiempos y el oído atento a los comentarios dañinos de esa clase de personas que opina sin haberse encontrado con nada parecido en su camino. Cada uno, tiene lo “suyo”.
Cuando traspasamos los límites del ridículo, del dolor, de la humillación, de sentirnos juzgados, desdichados… cuando los traspasamos y vemos que ya hemos sufrido demasiado, alcanzamos el verdadero sentido de nuestra existencia. Pues solo cuando has tocado fondo y has comprendido el proceso, te das cuenta de que la única opción posible es subir.
Nos damos de bruces con la certeza de que ya no actuaremos por ego, sino por bienestar personal auténtico, nos retiraremos de la competencia con los demás para simplemente luchar por nuestros propios sueños. De tanto malo pasado y sufrido, lo mejor, por mera inercia, está por llegar. Adelanta el paso, sal del lamento, lánzate a vivir y simplemente deja que llegue. Tan bajo que has caído, solo puedes subir" (Tomado de La Mente es Maravillosa). 
En el alcoholismo el fondo es una experiencia personal y subjetiva, no se trata necesariamente de llegar a extremos graves en las consecuencias negativas de la adicción. Se trata de asumir la consciencia que ya basta, que ya ha sido suficiente y que es necesario cortar con el consumo, como dice la literatura de AA, rendirse o derrotarse, reconocer la impotencia ante la bebida y que hemos perdido el control. Como escuché decir a un veterano en una reunión de AA, existen personas que lo pierden todo y no tocan fondo. Por eso se trata de una vivencia personal a partir de la cual solo queda remontar y seguir adelante sin las ataduras de la bebida.



martes, 12 de enero de 2016

El tesoro del pasado

La reflexión diaria del día 28 de enero nos trae un interesante aporte sobre el fondo alcohólico, sobre todo porque lo formula en términos muy constructivos y dentro de una perspectiva de recuperación.
28 de ENERO - EL TESORO DEL PASADO
El mostrarle a otros que sufren cómo se nos ayudó, es precisamente lo que hace ahora que la vida nos parezca de tanto valor. Confíe en la idea de que el tenebroso pasado, estando en manos de Dios, es su más preciada posesión, clave de la vida y de la felicidad de otros. Con ella puede usted evitarles a otros la muerte y el sufrimiento.
— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 124

Qué regalo es para mí darme cuenta de que todos aquellos años de aparente inutilidad, no fueron desperdiciados. Las experiencias más degradantes y humillantes acaban convirtiéndose en las herramientas más poderosas para ayudar a otros a recuperarse. Por conocer las profundidades de la vergüenza y de la desesperación, puedo ofrecerles una mano cariñosa y compasiva y saber que la gracia de Dios está siempre a mi alcance.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.