domingo, 1 de febrero de 2009

Una definición de alcoholismo

En el campo del alcoholismo o dependencia del alcohol proliferan las definciones, una señal que se trata de un fenómeno difícil de delimitar (excepto cuando ya existe una clara compulsión por la bebida con intoxicaciones alcohólicas incluidas). Revisando varios documentos que he descargado de Internet sobre el tema me encuentro con esta definición que me parece bastante satisfactoria, pues no cae en una ampliación excesivo del concepto, ni en una restricción donde pocos bebedores problema cabrían:
Una buena definición de alcohólico pudiera ser la de un individuo que bebe continua o intermitentemente, demostrando tal incapacidad para abstenerse que termina provocándose daño físico y mental de consecuencias personales, económicas y sociales graves. Gregorio Escalante y Kareen L. Escalante. Historia natural del Alcoholismo. Med-ULA, Revista de la Facultad de Medicina, Universidad de Los Andes. Vol. 2 Nº 1 – 2. Mérida, Venezuela. (enlace para descargar, formato pdf).
En la Wikipedia leemos una definición mal redactada, pero que puntualiza lo siguiente:
Se caracteriza (el alcoholismo) por la necesidad de ingerir sustancias alcohólicas en forma relativamente frecuente, según cada caso, así como por la pérdida del autocontrol, dependencia física y síndrome de abstinencia (...) El alcoholismo no está fijado por la cantidad ingerida en un periodo determinado: personas afectadas por esta enfermedad pueden seguir patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo tanto alcohólicos que consumen a diario, como alcohólicos que beben semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad fija. Si bien el proceso degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada ingesta.
Quizás lo más rescatable es la idea de la heterogeneidad del alcoholismo, que dista de ser un proceso uniforme, tanto en sus dimensiones fisiológicas, como en sus dimensiones psicológicas y sociales. Sobre esta heterogeneidad espero escribir más adelante.

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