lunes, 10 de agosto de 2015

El concepto de fondo alcohólico o adictivo, parte 1

En el libro de Narcóticos Anónimos, Guías para trabajar los Doce Pasos de Narcóticos Anónimos, se ofrece una explicación bastante didáctica de los doce pasos, por lo cual vamos a recurrir en primer lugar a la misma para ofrecer una definición del fondo alcohólico o adictivo y como se relaciona con otros conceptos del primer paso.

Hacemos una aclaración, si bien en autor de este blog no fue usuario de drogas distintas al alcohol, las adicciones en general tienen rasgos comunes como la pérdida de control, la tolerancia, la dependencia, las consecuencias negativas y el síndrome de abstinencia.

Volvamos al tema que nos ocupa, la definición de fondo:
"Golpeando el fondo: desesperación y aislamiento
Finalmente nuestra adicción nos lleva a un lugar donde no podemos seguir negando la naturaleza de nuestro problema. Todas las mentiras, todas las racionalizaciones, todas las ilusiones se caen cuando debemos enfrentar lo que se ha vuelto nuestra vida. Nos damos cuenta que hemos estado viviendo sin esperanza. Encontramos que nos hemos quedado sin amigos o tan completamente desconectados que nuestras relaciones son una simulación, una parodia del amor y la intimidad. Aunque pueda parecer, cuando nos encontramos en este estado,  que todo está perdido, la verdad es que debemos atravesar este lugar antes de que nos podamos embarcar en nuestro viaje de recuperación.
¿Que crisis me llevó a la recuperación?
•    ¿Que situación me llevó a trabajar formalmente el paso uno?
•    ¿Cuándo reconocí por primera vez mi adicción como un problema? ¿Traté de corregirlo? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué no?"
Esto a su vez se relaciona con otros conceptos del paso uno, cuyo encabezado dice "Admitimos que éramos impotentes antes nuestra adicción, que nuestra vida se había vuelto ingobernable".
La enfermedad de adicción

Lo que nos hace a nosotros adictos es la enfermedad de la adicción, no las drogas, no nuestra conducta, sino nuestra enfermedad. Hay algo dentro de nosotros que nos hace incapaces de controlar nuestro uso de drogas. Este mismo “ algo “ también nos inclina a la obsesión y la compulsión en otras áreas de nuestras vidas. (...)

Negación

La negación es la parte de nuestra enfermedad que nos dice que no tenemos una enfermedad. Cuando estamos en negación, somos incapaces de ver la realidad de nuestra enfermedad. Minimizamos sus efectos. Culpamos a otros, citando  las expectativas demasiado altas de familiares, amigos y empleadores. Nos comparamos con otros adictos cuyas adicciones parecen  “peores” que la nuestra. Podemos culpar a una droga en particular. Si hemos estado en abstinencia de drogas por algún tiempo, podemos comparar la normal manifestación de nuestra adicción con nuestro uso de las drogas, racionalizando que ¡nada que hagamos hoy podría ser tan malo como fué aquello!. Uno de los modos más fáciles de darnos cuenta que está en negación es cuando nos encontramos a nosotros mismos, dándonos plausibles pero falsas razones de nuestra conducta (...)

Sin poder

Como adictos reaccionamos a la palabra “ sin poder” de diversos modos.  Algunos de nosotros reconocen que simplemente  no podría existir una  descripción más exacta de nuestra situación, y admiten nuestra impotencia con un sentimiento de alivio. Otros rechazan la palabra, conectándola con debilidad o creyendo que indica alguna deficiencia de carácter. Comprendiendo “sin poder”- y como el admitir nuestro sin poder es esencial para nuestra recuperación- nos llevará a nosotros a desestimar cualquier sentimiento negativo que tengamos sobre el concepto.
Nosotros estamos sin poder cuando la fuerza que impulsa en nuestra vida está más allá de nuestro control. Nuestra adicción podría ciertamente ser calificada como una fuerza incontrolable que impulsa. Nosotros no podemos moderar o controlar nuestro uso de drogas, ni otras conductas compulsivas, aún cuando nos hagan perder las cosas que nos importan más. No podemos parar, aún cuando el continuar resultará, seguramente en un daño físico irreparable. Nos encontramos a nosotros mismos, haciendo cosas que  nunca haríamos si no fuera por nuestra adicción; cosas que nos harían temblar de vergüenza si pensáramos en ellas. Podemos incluso decidir que no queremos usar, que no vamos a usar, y darnos cuenta que somos simplemente incapaces de parar cuando se presenta la oportunidad (...)

Ingobernabilidad

El primer paso nos pide que admitamos dos cosas: una, que estamos sin poder sobre nuestra adicción; y dos, que nuestras vidas se han vuelto ingobernables. En realidad, nosotros estaríamos duramente presionados para admitir una y no la otra. Nuestra no gobernabilidad es la evidencia externa de nuestra falta de poder. Hay dos tipos generales de ingobernabilidad: ingobernabilidad externa, de la clase que puede ser vista por los otros; e ingobernabilidad interna, o personal (...)

Reservas

Las reservas son lugares en nuestro programa que hemos reservado para las recaídas. Ellas pueden ser construidas alrededor de la idea de que nosotros podemos retener una pequeña medida de control (...)

Rendición

Hay una enorme diferencia entre resignación y rendición. Resignación es lo que sentimos cuando nos hemos dado cuenta que somos adictos pero todavía no hemos aceptado la recuperación como la solución a nuestro problema. Muchos de nosotros se encuentran a sí mismos en este punto mucho antes de venir a N.A.. Podemos haber pensado que era nuestro destino ser adictos, vivir y morir en nuestra adicción. La rendición, por otro lado, es lo que sucede después que hemos aceptado el primer paso como algo que es verdad para nosotros y hemos aceptado que la recuperación es la solución. Nosotros no queremos que nuestras vidas sean lo que fueron. No queremos seguir sintiéndonos como nos hemos sentido (...) 
Principios espirituales

En el primer paso, nosotros vamos a enfocar la honestidad, la apertura mental, la buena voluntad, la humildad, y la aceptación.
La práctica del principio de honestidad desde el Primer Paso comienza admitiendo la verdad sobre nuestra adicción, y continua con la práctica de la honestidad sobre una base diaria. Cuando nosotros decimos “Yo soy un adicto” en una reunión, puede ser la primera cosa verdaderamente honesta que hemos dicho en un largo tiempo. Nosotros empezamos a ser capaces de ser honestos con nosotros mismos y, consecuentemente, con otra gente."
Tomado de: Narcóticos Anónimos. Guías para trabajar los pasos de Narcóticos Anónimos. NAWS Inc, 2000. Sin embargo el texto que citamos aquí lo tomamos de otra traducción (vía Google) de este sitio, que tiene algunas diferencias de expresión con el texto impreso, pero se recogen los mismos conceptos.

En un segundo post sobre este tema resumiremos lo planteado en el primer paso del libro sobre los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. 



No hay comentarios: